Discusiones que siempre se repetían, cansada ya de discutir sin llegar a puerto; fui a ver a la mujer sabia de la tribu. Después de exponerle mis preocupaciones, y lo que había sucedido con esa persona, me miró con unos ojos sorprendentemente brillantes y firmes.
«Cambiar es escuchar lo que antes no estabas dispuesta a oír y aceptar los distintos puntos de vista que una roca presenta.
La verdad es tan amplia que no existe, debes conocer en qué lado te hallas, pues tu verdad será aquello que puedas ver, pero recuerda que el resto no lo puedes contemplar por lo que no has de cortar las alas ni la opinión de nadie más.
No estás aquí para dar sermones de verdad sino para abrir los corazones de la gente.
Arrastras patrones del pasado y ahora te toca escuchar y mostrar amor, aunque ningún sentido parezca tener lo que te dicen.
Respeta los caminos de la gente como respeto pides a los demás.
Las creencias cuestan de cambiar cuando en tus trece te quieres quedar. Aunque sigas manteniendo tu opinión el simple hecho de aceptar al otro ya es un gran cambio.
Cambiar creencias no significa borrar todo cuanto crees. Sino ver que hay más formas de ver el mundo fuera de la cueva de tu ser.
Eso es cambiar, eso es aceptar.
Siempre pensáis que todo en este mundo complicado es, cuan equivocados estáis.
Buscáis la panacea en complicados remedios, cuando aceptar al otro sin juzgar es lo más sencillo que tenéis a mano.
Pero cuanto dudáis de aquello que parece sencillo.
Si os contentarais con poco no daríais tantas vueltas a la misma duna.
Vuestra mente os juega malas pasadas. Ella sólo os ha de ayudar a evolucionar, desvelando y comprendiendo los mecanismos que ocultos están en la tierra, pues para eso están, para que los podáis plagiar.
Pero en vez de eso os quedáis pensando en la complejidad de la vida, sin llegar a ninguna conclusión.
Un lienzo es complejo.
La vida, es más sencilla que todo eso.”
Que verdad! Gracias por este aprendizaje. Tomo nota.