Escritura creativa y conexión sensorial — letras y esencias
¿Qué sientes cuando abres el buzón y tienes una carta para ti?
No esas cartas del mundo adulto en el que te encuentras propaganda o facturas, notificaciones e información electoral.
Sino, esas cartas que recibes cuando alguien se ha acordado de ti. Esa carta que escribiste para ti en un pasado y te la encuentras en un momento en el que puedes estar eufórico o decaído.
¿Qué te parecería ser ti propio cartero? ¿El que emite y recibe la carta?

¿Qué te parecería ser ti propio cartero? ¿El que emite y recibe la carta?
A través de la escritura conseguimos, desde mi punto de vista y experiencia, un cobijo, un refugio para contener nuestro interior. Contención ante un desbordamiento emocional, o plasmar en algo que nos parece imperecedero un momento lleno de esplendor.
La escritura intuitiva o automática, es la que se escribe sin juicio, sin intención, con el único objetivo de tener un momento para uno mismo y alguien o algo que nos escuche sin que reaccione ante lo que estamos diciendo. Sabemos que por mucho que digamos, sintamos o pensemos su actitud será neutra. Por lo tanto, nos expresaremos con más fluidez y desde algo más profundo que si sentimos que puede pesar sobre nosotros ese juicio externo, ese miedo a lo que dirán o pensarán ante aquello que vamos a decir.
Si pudieras decir y hacer sin que nadie te juzgará, ¿Quién serías?
A través de la escritura fluye lo que estamos sintiendo en ese momento sin filtro, con la ventaja de que al ser una acción física nuestra mente se irá calmando e irá reflexionando con aquello que iremos plasmando. Lo que nos ayudará si estamos en bucle o si estamos en un estado oscurecido, en un agujero negro del que no sabemos cómo salir. Le daremos cobijo a un pensar, una energía abstracta que se encuentra en una dimensión sin paredes, generándole ansiedad por lo infinito. Lo físico, aunque limitado, permite filtrar y calmar, al no poder escribir todos los pensamientos que nos pasan por la mente. Llevándonos al presente. Para poder ver y valorar con más serenidad.
Las cartas perfumadas son algo muy antiguo donde se compartían confidencias, sentimientos o anhelos que podían no llegar nunca a suceder o descubriendo una libertad a la que no podían acceder en aquel momento por las circunstancias de cada uno. Haciendo que el aroma fuera algo identificativo, simbólico y que actuaba a nivel emocional.
Escribir mientras te aplicas una esencia aromática puede ayudarte a transformar, trascender y vivir una experiencia más enriquecedora y agradable mientras estás volcando sobre una hoja en blanco con una pluma en tu mano de cuanto quieres y necesitas expresar.
Dando por punto y final con ese gesto que hacemos reclinándonos en el asiento sintiendo liberación, calma y soltando ese ansiado suspiro acompañado de una sonrisa.
Aprende a escribir tus propias cartas perfumadas.
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